—¡Maldita sea, esto es demasiado para mí! —al ver a Lu Yiyao recién salida de la ducha, Zhang Menglong admitió que en verdad era bastante lujurioso.
Aunque solo era un conjunto de pijama, ya que la villa estaba controlada por temperatura durante todo el año, no era necesario que las pijamas fueran cálidas. Solo tenían que ser bonitas y cómodas: esos eran los únicos criterios.
—¡Mierda, voy a tener una hemorragia nasal! —Zhang Menglong sintió un flujo cálido en sus fosas nasales e inmediatamente alzó la cabeza hacia arriba.
—Oye, ¿qué estás haciendo?
—Eh, he estado comiendo demasiado bien recientemente, tengo un poco de calor interno, no es gran cosa, ¡no es gran cosa! —Zhang Menglong no admitiría nunca que su hemorragia nasal se debía al abrumador impacto visual.
—Jajaja, Zhang Menglong, ¿te he impresionado con mi encanto? Si te vuelves anémico, ¡no me responsabilizo!.
