—Maldita sea, ¡eso es demasiado para mí! —Al ver a Lu Yiyao recién salida del baño, Zhang Menglong admitió que casi pierde el control.
Era solo un conjunto de pijamas, pero debido a que la villa siempre está a una temperatura constante durante todas las estaciones, estas pijamas no necesitaban considerar el calor, solo la estética y la comodidad eran la prioridad.
La piel de Lu Yiyao era la más clara entre todas las chicas que Zhang Menglong había visto, y esas largas piernas eran tan perfectas como arte tallado, el delicado cuello de cisne y las clavículas seductoras, más su cabello ligeramente húmedo, probablemente ningún hombre podría resistir tal tentación.
—¡Caray, voy a tener una hemorragia nasal! —Zhang Menglong sintió un flujo cálido en su nariz y rápidamente giró la cabeza hacia arriba.
—Oye, ¿qué estás haciendo?