—Diez mil millones, ¿estás jodidamente loco por el dinero, no? —Lan Shao estalló de furia.
—Oh, ¿quieres decir que Sisi no vale diez mil millones? —preguntó Long Chen con una sonrisa.
—Tú... —Lan Shao se quedó sin palabras, su rostro se volvió rojo—. Yo... no quiero decir eso, lo que quiero decir es...
—Quieres decir que Sisi no vale diez mil millones, no necesitas explicarlo —Long Chen interrumpió a Lan Shao con una risa.
—El rostro de Lan Shao se puso aún más rojo y su cuello se engrosó de ira mientras gritaba:
— No dije que ella no vale diez mil millones, es solo que yo no tengo diez mil millones.
—¿Oh, así que eres tan pobre y todavía te atreves a perseguir a Mu Sisi? —Long Chen dijo con desdén.
—Lan Shao se quedó atónito, sintiendo que Long Chen había llevado la frustración a nuevas alturas.
—Hablar contigo de verdad es una pérdida de mi tiempo —Lan Shao dijo apretando los dientes.
