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Long Chen, en este momento, no tenía idea de lo que ella estaba pensando, ni tenía ánimo de preocuparse.
Porque estaba a punto de encontrarse con el Ancestro Xia, la existencia más alta de Gran Xia.
Después de numerosas comprobaciones, Long Chen finalmente se encontró con el Ancestro Xia en el Palacio de Gran Xia.
El Ancestro Xia no había salido hoy y estaba vestido informalmente, pareciendo más un anciano benevolente sin aristas, muy amable.
Al ver a Long Chen, el Ancestro Xia personalmente se levantó y tomó la mano de Long Chen —He estado esperando este día como quien espera las estrellas y la luna y, finalmente, estás aquí.
—El Ancestro Xia me sobrevalora —respondió Long Chen con una sonrisa—. Usted me había convocado hace tiempo, pero debido a algunos contratiempos en la batalla de Kunlun, mi llegada se retrasó hasta ahora. Es mi culpa llegar tarde.
—Una buena comida vale la espera, no importa si es tarde, por favor, toma asiento —dijo el Ancestro Xia con una sonrisa.
