Al escuchar estas palabras, la cara de Lin Ruoxue se volvió fría, no había esperado que aunque el hombre había mejorado en otros aspectos, había desarrollado un problema lascivo.
De hecho, él no sabía que esta era en realidad la personalidad original de Su Chen: despreocupado y desenfrenado. Era solo por ese incidente hace un año que pareció haberse convertido en otra persona.
Hoy en día, porque había progresado en su cultivo, su estado de ánimo se había recuperado y, naturalmente, había vuelto a su yo anterior.
Sin embargo, cuando se trataba de ser lascivo, Lin Ruoxue recordó el incidente de ayer cuando él había robado un beso furtivamente, algo que ningún hombre se había atrevido a hacerle antes.
Por lo tanto, la expresión de Lin Ruoxue se volvió aún más fría, pero aún así tomó una respiración profunda y bufó:
—Deberíamos intercambiar números de teléfono.
—¿Por qué?
