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—Desde que la Pandilla del Tigre Celestial ocupó la Fortaleza del Viento Negro a ochenta millas fuera de la Ciudad de la Escarcha Caída hace ocho años, ni siquiera la Secta Nieve Caída se ha atrevido a provocarlos —comentó un huésped—. Con los años, la Pandilla del Tigre Celestial ha atacado frecuentemente la Ciudad de la Escarcha Caída, y nadie se atreve a resistirse; ¡todos los que lo han intentado han sido asesinados! Se dice que incluso la Secta Nieve Caída ha pagado tributo a la Pandilla del Tigre Celestial.
—Estos últimos meses, no hemos visto entrar a la Pandilla del Tigre Celestial a la ciudad, así que pensamos que no vendrían este año, pero desafortunadamente, nos hemos topado con ellos hoy —agregó con preocupación.
—Espero que no nos causen problemas; de lo contrario, si a alguno de esos peces gordos de la Pandilla del Tigre Celestial no les caemos bien, ¡podríamos perder la vida! —exclamó nervioso.
