—¡Ye Chen! —exclamó alguien.
—¡Eres increíble! —añadió otro.
—¿Cómo lograste recolectar tantas Perlas de Luz Dorada? —Mirando la montañosa pila de Perlas de Luz Dorada, la bonita cara de Bai Xiaodie se llenó de asombro.
Ella había adivinado que Ye Chen quedaría en primer lugar en la prueba de recolectar Perlas de Luz Dorada, pero nunca imaginó que él pudiera reunir ¡una cantidad tan enorme!
—¡Más de veinte millones de Perlas de Luz Dorada, quizás llegando a treinta millones—la cantidad había dejado completamente estupefacta a Bai Xiaodie!
No era sólo Bai Xiaodie; ninguno de los demás había anticipado que Ye Chen pudiera aumentar instantáneamente el número de Perlas de Luz Dorada recolectadas a decenas de millones.
¡Esto estaba mucho más allá de su imaginación!
Bai Xiaodie logró recolectar más de dos millones de perlas, superando a los pioneros que habían entrado en el Reino Secreto de la Tierra Ancestral durante las cinco expediciones anteriores, lo cual ya era un milagro.