Plaza de Plata...
Kent se encontraba ante la gran entrada de la Plaza de Plata, por donde circulaban varias personas entrando y saliendo. Es el mejor lugar para comer en la ciudad de Silver Leaf, famoso por sus delicias matutinas.
Hoy, Kent vestía de negro sobre negro con adornos a juego que venían con el conjunto. Se sintió un poco incómodo ya que varias personas lo miraban fijamente sin ninguna vergüenza.
Algunas damas maduras se acercaron a propósito, golpeándole intencionadamente el hombro y disculpándose con una risita tímida.
Tratando de actuar lo más educadamente posible, Kent avanzó hacia el interior de la Plaza de Plata. Varias mesas cuadradas estaban alineadas a un lado, con elegante plata adornando cada mesa.
Kent vio a Thea esperándolo en la última mesa. Ajustando su cuello, caminó hacia ella con una postura confiada.
—Joven, estoy sola aquí. ¿Podría acompañarme? —De repente, una mujer de aspecto maduro detuvo a Kent tendiéndole la mano.