—Benefactor, ven aquí, por favor —la chica de pelo largo le hizo señas a Kent en un tono susurrante.
Conforme Kent se le acercó, la chica le pidió que se quitara la camisa para limpiar su herida. Como un sanador profesional, limpió la herida del puñal e insertó algunas agujas alrededor del área afectada. Comenzó a murmurar el hechizo de curación, y la herida se recuperaba a un ritmo visible.
La mirada de la chica de pelo largo se demoró en el cuerpo liso y musculoso de Kent mientras le ayudaba a ponerse una camisa nueva.
—Benefactor, no sé cómo retribuir su gracia salvadora. Pero solo puedo darle esto para mostrar mi sinceridad. Por favor, acéptelo —la chica de pelo largo dijo mientras entregaba un grueso montón de hojas de palma, atadas como un folleto.
Al observar atentamente, Kent vio los grabados de hechizos en cada hoja de palma. La hoja superior contenía un título en letras negritas.
—Tomo de destrucción y restauración —leyó en voz alta.