Shi Hao también se dirigió hacia el noreste, con Cao Feiyan y An Yuemei siguiéndolo silenciosamente.
Pronto, llegaron frente a una habitación cerrada con llave.
En la Brújula de Exploración Espiritual, la luz ya había aparecido en el centro, indicando que el tesoro debería estar dentro de esta habitación.
En frente, la persona que los había estado guiando lentamente se dio la vuelta.
Hong Taihe.
Sin embargo, Jian Chen y sus cuatro seguidores no estaban con él.
¿Por qué no?
Porque fueron gravemente heridos por Shi Hao y ahora tenían que quedarse en la Secta Zhenwu para recuperarse.
—Shi Hao —preguntó Hong Taihe indiferentemente, siendo esta la primera vez que se enfrentaban.
—Hong Taihe —respondió Shi Hao con una leve sonrisa.
—Eres muy valiente, no solo rechazas mi buena voluntad sino también hieres a mis seguidores —dijo Hong Taihe, no con ira, sino con una indiferencia sin igual.
Frente a Shi Hao, naturalmente sentía una sensación de superioridad.
