—Puedes retirarte ahora —dijo Shi Hao, sin mover la cabeza ni un centímetro, solo sus labios se alzaron ligeramente.
El sirviente sabía que Shi Hao se dirigía a él.
—Sí, Joven Maestro Shi —asintió y se fue, sin atreverse a subestimar a Shi Hao ni un momento, ya que la actitud de Qi Yingpeng lo hacía evidente—era bastante tensa.
Wu Jiangtao se sentía algo arrepentido, su propia actuación no tuvo audiencia, lo que le hizo sentir menos satisfecho.
Sin embargo, también era satisfactorio ver esa expresión dolorosa en el rostro de Shi Hao.
—Joven Maestro Shi, je, Joven Maestro Shi —Wu Jiangtao se burló—, tú, basura, ¿aún te atreves a llamarte Joven Maestro Shi? ¿No sientes que cuando otros te llaman así, en realidad te están burlando y compadeciendo?
Shi Hao permaneció en silencio, solo observándolo actuar.
