Siete años después:
El niño creció como todo niño normal. Si hubo algo en lo que no lo fué, sería su cuerpo tan frágil. La mínima brisa de aire entrando por su ventana podía enfermarlo causando múltiples dolores de cabeza a los lotos, la familia a la cual pertenece.
Fué nombrado Alvis, por su madre y el día de hoy era un día un poco especial.
— Isabel, vengo por mi nieto— Isabel miró a su padre con una mirada tan fría que hacía que otros sintieran escalofríos, pero el viejo Tomas solo se encogió de hombros y siguió mirándola con una sonrisa en su rostro.
Desde que Alvis tuvo tres años el quería mostrarle a usar la espada, pero su madre nunca lo permitió debido al cuerpo tan frágil de Alvis. Al final llegaron a un acuerdo.
Alvis comenzaría a entrenar a los siete años. Era una tradición en las cuatro familias entrenar a sus descendientes a edades muy tempranas y aplazarlo hasta los siete fue lo máximo que consiguió Isabel.
El viejo Tomas solo tuvo un descendiente y esa era Isabel.
En la rasa ghoul, las mujeres no podían ser cabeza de familia. El viejo Tomas había estado tan feliz con el nacimiento de Alvis que ignoró el hecho de no saber hasta el día de hoy, quien era su padre.
Aún así, fue muy duro con Isabel en sus días de embarazo, pero ella se negó a dar explicaciones.
Justo cuando Isabel ibel a refutar las palabras de su padre con palabras astutas, el joven Alvis se acercó a ellos.
—Por favor madre, deja que entrene con el abuelo. La condición de mi cuerpo a mejorado mucho— La sonrisa de tomas se amplió mucho ante las palabras de Alvis.
—¡Ese es mi nieto!— Comenzó a reír haciendo que Isabel se enojara, pero no dijo nada y dejó que Alvis acompañara a su abuelo.
Tomas llevo a Alvis hasta una gran "sala" era una construcción redonda rodeada por una cúpula entea.
El viejo Tomas arrojó una espada a los pies de Alvis.
—Muestrame lo que tienes— esta era la primera vez que Alvis sostendría una espada y Tomas quería comprobar su talento natural.
Alvis miró la espada en el suelo, se inclinó y al agarrarla.
"Golpe"
No logró sostener la empuñadura de su espada por más de unos segundos antes de dejarla caer.
"Wakj"
Alvis comenzó a vomitar al recordar la sensación de sus manos tocando la empuñadura. Era un sentimiento tan desagradable que no logró controlar su estamogo.
El viejo Tomas había mirado toda escena con una expresión exeptica. Una idea alocada surgió en su cabeza, pero lo negaba una y otra vez.
Está vez, tomó una lanza y se la ofreció a Alvis.
Alvis miró la lanza en las manos de tomas y se sentía reacio a tomarla. Luego de suspirar tomó la lanza que le estaba ofreciendo.
"Golpe"
Nuevamente y al igual que la espada, esta lanza solo duró unos segundos en las manos de Alvis antes de caer al suelo.
"Wakj"
Nuevamente vomitó. El viejo Tomas puso una cara fea y siguió haciendo que Alvis sostuviera diferentes armas.
"Golpe" "wakj", "golpe" "wakj"... akj"
Sin importar el tipo de arma o los materiales de los que estaban hechas. Alvis siguió siendo incapaz de sostenerlas por más de unos pocos segundos.
Su cara estaba pálida y aunque hacía el intento de querer vomitar, su estómago estaba tan vacío que ni siquiera los ácidos gástricos salían.
"Suspiro"
Puedes volver con tu madre.
Conforme Alvis iba arrojando las armas, la cara del viejo Tomas se iba poniendo más y más sería hasta el punto en que comenzó a cambiar de dolor por la ira.
El no estaba molesto con Alvis, en cambió estaba molesto con el cielo. Sentía que el cielo se estaba burlando de el.
"Las personas que no pueden sostener armas en sus manos. Son los nacidos para servir como apóstoles de los dioses" pensó en sus adentros.