Normalmente, las familias estarían encantadas con el nacimiento de un niño con talento para ser apóstol, pero esto mayormente ocurría en otras razas como los humanos, Elfos, Enanos, etc. No era algo aplicable a los Ghouls que eran considerados como una raza despreciada.
Ghouls, Vampiros o Elfos Oscuros; eran razas despreciadas y no obtuvieron este título de las otras razas, sino de los mismos dioses. Ellos fueron quienes los etiquetaron de tal forma, privandolos de sus bendiciones.
Para los nacidos con el talento de apóstol en una ena de éstas razas, era como una maldición. La raza Ghoul, era una raza de batalla cuerpo a cuerpo. Sus cuerpos eran fuertes, resistentes y nacían con instintos y talentos superiores para pelear.
En cambio, eran naturalmente malos en el uso de la magia a diferencia de sus primos los vampiros.
"Suspiro"
Tomos suspiro mientras su nieto se alejaba. La preocupación que estaba sintiendo por Alvis le estaba restando algunos años sin darse cuenta.
Tiempo después:
—¡???!— Isabel no pudo pronunciar palabra alguna al ver a Alvis entrando en su habitación.
Los Ghouls son naturalmente de piel pálida, pero la de Alvis estaba actualmente en otro nivel, sumado a sus pasos cansados hizo que Isabel se asustara.
Corrió hacia el y lo acostó en la cama. Alvis, acostumbrado a la sobreprotección de su madre, no forcejeo y dejó que ella lo ayudara, ya que de todos modos estaba muy cansado y quería acostarse para descansar un poco.
—¿Qué ocurrió? ¿Por qué estás en ese estado?— Alvis comenzó a explicarle lo ocurrido.
— ...Y eso fué lo que ocurrió — Cuando Alvis terminó su explicación, Isabel tocó una pequeña campana. Segundos después...
"Tok tok"
Una criada dió dos toques en la puerta anunciado su intromisión y entró a la habitación inclinándose ante Isabel.
—Trae algunos comestibles— la criada asintió y abandonó la habitación. Unos minutos más tarde trajo una bandeja con nueve platos que colocó en una pequeña mesa.
—Puedes retirarte— la criada volvió a asentir y abandonó la habitación. Isabel tomó uno platos y comenzó a alimentar a Alvis.
Cada plato estaba lleno de carne y todos contenían un tipo de carne diferente.
—Primero la de orco— dijo Alvis, pero Isabel y se negó y le mostró una sonrisa juguetona.
—¿Crees que no te conozco? Luego de comer la carne de orco dirás que estás lleno— con una sonrisa aún más amplia en su rostro Isabel dijo mientras Alvis ponía una cara "enfadada" haciendo sonreír aún más a Isabel, al ver su tierno rostro.
—Si logras comer al menos dos platos, puedo prometer que el tercero será el que tiene carne de Orco.
Isabel se sentó junto a Alvis, que se había sentado apoyando la parte superior de su cuerpo en la cabecera de la cama.
Aunque Isabel se veía normal por fuera, por dentro estaba muy preocupada. A partir de lo que le contó Alvis, se había dado cuenta de su significado. Alvis era un apóstol y los pocos que habían nacido en la raza Ghoul se habían quitado la vida a edades tempranas.
"Suspiro"
—De todos modos nunca me gustó la idea de dejarte pelear, así que eso está bien para mí — Isabel se tapó la boca poco después porque no se había percatado que estaba hablando en voz alta.
—?.
— no es nada, no me hagas caso.
—Por cierto madre ¿Qué es esa cúpula que rodeaba la sala en la que intenté entrenar?—
—Eso es magia— dijo Isabel de forma misteriosa, para captar la atención de Alvis. Este chico era sumamente difícil de motivar, prácticamente nada llamaba su atención y le gustaba pasar la mayoría de su tiempo libre durmiendo. Lo peor es que entre más tiempo pasaba, más perezoso se volvía.
Además de eso era sumamente inteligente. A la edad de cuatro años comenzó a estudiar lecciones de matemáticas, lengua e historia, pero ya había dominado todo el conocimiento que tenían para mostrarle en esas esferas.
Tenía que decirse que un Ghoul promedio tardaba unos cien años, pero este chico solo había demorado dos.