Las gotas de lluvia golpeaban contra el asfalto, creando un ritmo monótono que acompañaba los pasos cansados de un chico.
Con la cabeza gacha, caminaba sin rumbo fijo por la solitaria carretera. El viento azotaba su rostro, llevándose consigo los mechones rebeldes de su cabello y enfriando su piel húmeda.
En su mente, una sola imagen se repetía incesantemente: la de su abuelo, su mejor amigo, con esa sonrisa cálida que lo había acompañado durante toda su vida.
La pérdida era un abismo oscuro que se abría ante él, devorándolo por dentro.
—Abuelo... ¿por qué tuviste que irte? — Susurró, su voz apenas audible sobre el ruido de la lluvia.
Sumido en sus pensamientos, no escuchó el rugido del motor que se acercaba a toda velocidad.
Un destello de luz cegadora lo sacó de su ensimismamiento. Alzó la cabeza, pero ya era demasiado tarde.
Los faros del automóvil se abalanzaron sobre él, llenando su visión de un blanco intenso.
El mundo se volvió negro, un vacío absoluto que lo envolvió por completo.
Las luces cegadoras lo envolvieron y el mundo se volvió un borrón de colores. Un dolor agudo se apoderó de su cuerpo, y luego, nada.
Cuando abrió los ojos, se encontró en un lugar completamente ajeno. Una multitud ruidosa coreaba nombres desconocidos y el aire estaba cargado de una energía electrizante.
Focos iluminaban un gigantesco estadio, donde dos personas se enfrentaban en una batalla épica. Un joven empuñaba una espada que destellaba con una luz mágica, mientras que una chica lanzaba hechizos que iluminaban la arena.
Desorientado, el chico se frotó los ojos.
—¿Qué estaba pasando? ¿Dónde estoy?— Intentó levantarse, pero un dolor sordo le recorrió el cuerpo. Con dificultad, se sentó y observó a la multitud con asombro.
Salió de la sala donde se encontraba y se dirigió hacia una mujer que parecía estar organizando algo.
—¿Disculpe? ¿Podría indicarme dónde están los baños? —Preguntó, su voz era clara y tenía un tono de nobleza.
La mujer lo miró de arriba abajo, una sonrisa curiosa en sus labios.
—Por supuesto, joven. Los baños públicos están a la izquierda de la salida principal. Si buscas algo más privado, puedes usar los de los participantes, pero necesitarás tu identificación.
Agradeciéndole, el chico se dirigió al baño privado, la mujer mirándolo quedando encantada.
Al entrar se acercó al fregadero, remojando su rostro, secándose se quedó paralizado al mirar el espejo que tenía al frente.
La imagen que lo devolvía era completamente ajena a él. Un joven de belleza andrógina, con el cabello largo y plateado, y unos ojos dorados que brillaban con una intensidad.
—¿Qué...? —murmuró, pasando una mano por su rostro.
Este no era su cuerpo.
—¿Qué había pasado? ¿Qué pasará? ¿Este no es mi cuerpo?—
Una oleada de preguntas inundó su mente, intentando recordar a la fuerza,es atacado por un dolor en la cabeza.
—¿Parece que tendré que esperar un poco más para recordar?—
Con un suspiro, intentando recuperarse del dolor. Fue entonces cuando notó algo extraño.
Una ventana transparente se materializó.
[Nombre: Kanon Yagami]
[Edad: 17]
[Fuerza: 13.2]
[Maná: 5.4]
[Físico: 10.1]
[Velocidad: 14.2]
[Suerte: 3.141592??]
[Linea de sangre: ??????]
[Talento: (Esgrima: #@/??), (Ojo @#$#@#: F/#@), (Regla Mágica: E/???), (Curación Lenta: E/??)]
Sus ojos se agrandaron al leer la información, con algunas palabras con errores, no le dió importancia. Era una interfaz de estado, como las que solía ver en los videojuegos. Un escalofrío recorrió su espalda. ¿Estoy dentro de un juego?
De repente, recordó haber escuchado el nombre de (Kanon Yagami) dentro de un videojuego de fantasía.
Nirvana un videojuego que jugaba antes de la muerte de mi abuelo,
No era un juego muy famoso,
Era un juego de fantasía donde fusiona la edad media y tecnología, habiendo cuatro continentes, varios reinos y razas.
La historia se trata de varios actos, invasiones de monstruos y demonios por grietas especiales, existiendo varias clases de combate y niveles.
La academia Kosmos es un sitio dónde los jóvenes que tuvieron un despertar toman un examen de ingreso, los graduados de la academia obtienen reconocimiento.
Los jóvenes que entran son llamados cadetes estelares, que son entrenados y educados en la academias, para pelear con los monstruos y demonios.
Lo más a destacar son los diseños de los personajes principales y secundarios.
Así como tenía puntos buenos tenía varios puntos malos.
No importa que personaje principal eligieras siempre terminaba en finales malos, las razones es que el protagonista Allen Greha es el que tiene más importancia no importa que personaje eligieras principal.
El protagonista Allen un joven plebeyo que ascendía rápidamente en las filas de una academia de cadetes Kosmos.
Allen era muy sobresaliente, era bueno en todo pero las decisiones que tomaba hacía que terminarán en finales malos con todos siendo el último superviviente de la historia.
—¿Maldicion que tipo de segunda oportunidad es está…?— Pensando en su futuro, sabiendo que ahora es Kanon Yagami.
Kanon Yagami era un extra en el juego, Kanon era un extra que apareció solamente en el inicio de la historia, descrito como un rival insignificante que enloquecía en la última batalla de recién ingresados, era derrotado por Allen siendo expulsado de la academia, solamente se nombró de Kanon abia desaparecido sin dejar rastro.
Un escalofrío de miedo lo recorrió, Sabiendo esto, Kanon se prometió a sí mismo que no seguiría el camino trazado para él.
Sabiendo gran parte de la historia con determinación, decidiendo sobrevivir su nueva vida y cambiaría la historia, salió del baño y regresó a la sala donde se despertó.
Era hora de comenzar a escribir su propia historia.
Al tocar la puerta de la sala, Kanon sintió una mirada clavada en su espalda.
Giró bruscamente, pero no viendo a nadie, Intrigado, sacudió la cabeza pensando que era su imaginación, entrando a la sala.
Sin saber que en el pasillo había una sombra, desvaneciéndose después de unos segundos.
Un anuncio retumbó por todo el estadio, captando la atención de todos los presentes.
¡Atención, estudiantes!,
A continuación, se llevarán a cabo las batallas clasificatorias para determinar el ranking de los treinta y dos mejores ingresados. Todos los participantes, por favor, diríjase a sus respectivas arenas.
Gritos de emoción sonaban en todo el estadio.
La mujer que había indicado a Kanon el camino hacia los baños entró en la sala donde se encontraba.
"¡Muy bien, jóvenes. Todos ustedes ya tienen asignado un oponente. Recojan su arma y prepárense para la batalla.!"
Kanon recibió una espada que se sentía extrañamente familiar en sus manos.
Se dirigió a la arena designada, Kanon tranquilo mientras caminaba, no pudo evitar sentir una mezcla de emoción y nerviosismo.
En un sala, un anciano de barba blanca y ojos penetrantes observaba las arenas de combate a través del vidrio.
A su lado, diez personas más, todas con expresiones serias, analizaban los participantes de cada arena de combate.
"Bueno, ¿qué opinan de esta nueva generación?" preguntó el anciano, su voz resonando en la habitación.
"Creo que el nivel ha aumentado considerablemente este año," respondió uno de ellos. "Hay varios prospectos muy interesantes."
"Sí, estoy de acuerdo," afirmó otro. "Ese chico de cabello plateado, Kanon Yagami, Su aura es muy peculiar."
El anciano sonrió enigmáticamente. "Veremos qué tan lejos llega. Esta generación promete ser muy interesante."
En la arena de combate Kanon se preparó para la batalla, con su espada enfundada.
Una de las profesoras, una mujer de mirada penetrante y cabello plateado, observaba atentamente los datos de los mejores treinta y dos a través de una pantalla. Algo en el perfil de Kanon había captado su interés—Umm? interesante?—
En la arena Kanon se enfrentó a un joven arrogante que se jactaba de sus habilidades mágicas.
"Vaya, vaya, tenemos aquí un espadachín. Qué lástima que te toque contra mi un noble con habilidades mágicas, ¡magia es el futuro!."
Kanon no respondió a la provocación. Se concentró en su respiración, recordando palabras de su abuelo.
Un ataque mágico del oponente se lanzó hacia él, una bola de fuego que crepitaba y amenazaba con consumirlo.
En ese momento, una imagen se hizo presente en la mente de Kanon: él, un niño, practicando con su abuelo en el dojo.
El anciano le había enseñado que la espada solo la podía usar en el momento que sepa quién es en realidad, hasta entonces no podía desenfundar ninguna espalda.
Con un movimiento rápido, Kanon movió el puño interceptando el ataque. Con un fuerte golpe, desvió la bola de fuego, dispersando la magia en mil pedazos.
Tomando impulso, Kanon avanzó hacia su oponente, lanzando una patada rápida.
El joven mago, sorprendido por la repentina reacción de Kanon, no pudo reaccionar a tiempo.
Con un golpe certero, Kanon derribó a su oponente. Había ganado su primer combate.
La multitud estalló en aplausos y gritos, La profesora de cabello plateado sonrió con satisfacción. Había visto algo especial en Kanon.
Con su primer combate ganado, Kanon se retiró de la arena.
La victoria le había dado un impulso de confianza que desconocía.
Sintiendo que era uno con su nuevo cuerpo, como si fuera el original propietario del cuerpo.
—jajaja, se siente como si fuera uno con el cuerpo!— Sin embargo, detrás de esa confianza se escondía un profundo temor.
Recordaba las innumerables veces que había jugado el videojuego en el que ahora se encontraba.
Había visto cómo personajes prometedores eran eliminados sin piedad, sus historias acabando brutalmente.
Sabía que, en la trama original, él era solamente un extra, un obstáculo a superar para el protagonista, Pero eso ya no iba a suceder.
Él iba a cambiar su destino.
"No permitiré que se arruine mi segunda oportunidad en este mundo", se dijo a sí mismo, apretando los puños. "Voy a escribir mi propia historia."
Con una nueva determinación, Kanon se dirigió hacia las sombras,
Listo para enfrentar lo que el futuro le deparara. Sabía que el camino sería difícil, pero estaba preparado para cualquier desafío.