—Muy bien, ya descubrí lo que quería descubrir. Ahora, la escuela —murmuró Evelyn con una sonrisa alegre, un contraste notable con su anterior semblante de tristeza y pena.
Evelyn deseaba empezar a estudiar en Tokio, pero para lograrlo debía encontrar la manera de ser transferida o expulsada de su actual escuela en Estados Unidos. Los países extranjeros, como Estados Unidos, solían tratar de acaparar a los humanos no alterados, reteniéndolos exclusivamente para ellos.
En contraste, países como Japón, Corea o China eran más conservadores y reservados con sus humanos no alterados, promoviendo matrimonios exclusivamente entre humanos y observando con desdén cualquier relación entre un humano y un híbrido.
Estados Unidos, en cambio, había adoptado un enfoque más práctico y radical: las relaciones poliamorosas. Promovían un modelo en el que un humano no alterado podía formar pareja con dos o más híbridos, aprovechando el descubrimiento de que la probabilidad de concebir un bebé completamente humano en estas relaciones era de entre un 70 % y un 85 %. Este método revolucionario estaba diseñado para aumentar la población humana pura y erradicar gradualmente la existencia de híbridos.
Aunque inicialmente otros países miraron esta práctica con recelo, no tardaron en seguir el ejemplo. Sin embargo, las relaciones poliamorosas eran aún escasas en Japón, Corea y China en comparación con Estados Unidos. Aun así, los humanos en edad reproductiva seguían siendo una minoría, y tardarían años en lograr que sus países fueran completamente humanos.
Para acelerar este proceso, Estados Unidos ideó estrategias como escuelas de élite y oportunidades brillantes para los humanos jóvenes, atrayéndolos con promesas de un futuro lleno de éxito. Fue precisamente este sistema lo que llevó a la antigua Evelyn a estudiar en Estados Unidos gracias a una beca, a pesar de no ser especialmente buena en la escuela.
—No será fácil liberarme de esa escuela, pero estoy segura de que hay videos que registran mi mal comportamiento, lo suficiente como para justificar una transferencia —murmuró Evelyn, pensando en cómo usar ese aspecto a su favor.
Tras unos minutos, sus ojos captaron algo aún más interesante: información que podría servirle incluso más de lo esperado. Sin perder tiempo, sacó la memoria USB que había guardado desde que salió de casa, la conectó y transfirió toda la información importante antes de pagar por los minutos de conexión que había utilizado y abandonar la escena.
Con todo lo que necesitaba en su poder, Evelyn regresó a casa, donde cenó con Ryoko. Después de la cena, se dio un baño y se dirigió a su habitación. Mientras se secaba el cabello mojado con una toalla, reflexionaba sobre sus próximos pasos.
—Bueno, ahora tengo que cambiarme de preparatoria —murmuró mientras se sentaba frente a su computadora. A pesar de ser algo vieja, aún le era útil para navegar por internet.
Conectó la memoria USB donde había archivado toda la información obtenida y comenzó a buscar opciones para transferirse a una preparatoria en Tokio. Su objetivo era claro: regresar a Japón.
A la mañana siguiente, Ryoko fue la primera en despertar. Recibió una notificación de la preparatoria de Evelyn, un mensaje breve pero profesional. La institución pedía disculpas por la falta de ética del director actual, quien había acumulado numerosos problemas a lo largo de los años.
La notificación mencionaba que la escuela estaría cerrada hasta nuevo aviso mientras se llevaba a cabo una investigación, y ofrecía a los estudiantes la opción de transferirse a otra institución de su elección. Aunque Estados Unidos sugería otras preparatorias dentro de su territorio, no podían retener a un estudiante que quisiera regresar a su país natal, ya que eso podría tensar las relaciones diplomáticas.
Lo que Evelyn había encontrado la noche anterior eran pruebas contundentes del comportamiento inapropiado y antiético del director de su escuela hacia los estudiantes con "potencial" y su trato despectivo hacia los padres híbridos. Vendió esta evidencia a una escuela rival, lo que no solo causó el cierre temporal de su actual escuela, sino que también manchó permanentemente la carrera del director.
El instituto rival no dudó en hacer pública la información, sabiendo que involucrar a estudiantes completamente humanos en el escándalo generaría más repercusiones. Aunque los abusos hacia los padres híbridos eran ignorados con frecuencia, el daño a humanos no alterados era un asunto que no podían encubrir. La escuela permanecería cerrada mientras se investigaba a fondo al director y a sus posibles cómplices.
—Evelyn, ya conseguí que aceptaran tu cambio de preparatoria en Japón. ¿A cuál quieres ingresar? —preguntó Ryoko mientras desayunaban juntas. Keisuke, como siempre, seguía durmiendo hasta tarde.
Evelyn miró a su ahora madre con una sonrisa, dejando escapar un suspiro en su interior. Había esperado más resistencia por parte de Estados Unidos, pero parecía que pocos humanos no alterados deseaban regresar a sus países de origen, lo que dejaba satisfechos a los estadounidenses.
—Pues... quiero ingresar a la preparatoria...
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Unos meses después
—Veamos, mañana es 4 de julio, el día en que Takemichi hará su primer salto temporal —murmuró Evelyn, quien se encontraba en la terraza de su nueva escuela.
Durante esos meses, Evelyn había estado realizando diversos preparativos para estar lista cuando Takemichi entrara en acción. Decidió acercarse a Hinata Tachibana, quien resultó ser una humana inalterada, lo que evitaría problemas al tratar de establecer una relación cercana con Takemichi más adelante.
Evelyn estudiaba en la misma escuela que Takemichi y Hinata, aunque en un edificio distinto, ubicado un poco lejos del de ellos. A pesar de que sus horarios no coincidían siempre, Evelyn encontraba la manera de pasar tiempo con Hinata, aunque esto significara lidiar con los constantes intentos de ciertos "hermanos" por mantenerla vigilada.
Además, comenzó a aprender boxeo y, ocasionalmente, se involucraba en peleas callejeras. Su condición de humana inalterada atraía conflictos, pero lejos de molestarle, estas experiencias le servían para ganar habilidad y experiencia en combate.
—Debo cambiar el agua —murmuró mientras sacaba su botella de agua.
El contenido que tenía en ese momento era agua común, así que decidió regar las plantas de la terraza con ella. Luego, revisó que no hubiera nadie cerca antes de acercar la botella a su mano. Una vez segura de estar sola, generó agua curativa, llenando la botella lentamente.
En los últimos meses, Evelyn había estado probando los límites del agua curativa, intentando descubrir todas sus funciones. Aunque sabía que esta tenía propiedades regenerativas, desconocía su alcance. Descubrió que, al consumirla diariamente, su cuerpo no solo se fortalecía, sino que también mejoraba su resistencia física. Dado que ahora practicaba boxeo y enfrentaba peleas, el agua curativa se había convertido en un aliado indispensable para su progreso.
[Sistema: Agua curativa - Nivel 3]
La voz del sistema resonó en la mente de Evelyn, y un cartel invisible para los demás, pero claramente visible para ella, apareció frente a sus ojos. El tono morado característico del sistema iluminaba el mensaje:
[Sistema: Las nuevas funciones desbloqueadas son: Vitalidad más fuerte que el promedio y rapidez en la cicatrización de heridas de grado 2.]
Después de recibir la información, el sistema desapareció. Evelyn regresó su atención a la botella, notando que se había llenado completamente y que el agua comenzaba a derramarse. Dejó de producir agua y observó cómo las últimas gotas caían al suelo.
El suelo de la terraza, cubierto de baldosas ligeramente sucias por el paso del tiempo, fue testigo de algo inusual: un pequeño brote comenzó a surgir donde las gotas habían caído. Evelyn lo miró con asombro mientras el brote crecía rápidamente, transformándose en una planta firme y saludable. Este proceso, que normalmente habría tomado semanas o meses, ocurrió en cuestión de segundos gracias a las propiedades vitales y nutritivas del agua curativa.
—No pido tener el poder de traer a los muertos de vuelta a la vida... pero, al menos, deseo que esta agua curativa pueda evitar muchas muertes —susurró, recordando el destino de Keisuke. Sabía que su muerte estaba programada para ese año, 2005, apenas tres días después de cumplir 15 años.
Tras comprobar los beneficios del agua curativa en sí misma, Evelyn había comenzado a compartirla discretamente con su familia y con Chifuyu, quien frecuentaba su casa. Desde aquella salida que compartieron los tres, Evelyn había desarrollado una relación más cercana con Keisuke y Chifuyu, al punto de considerarlos amigos.
Aunque Evelyn se llevaba bien con ambos, su naturaleza un poco más madura (ignorando su conocido apetito voraz) la llevaba a interesarse por otras actividades, como la cocina. Tras haber probado diversos platillos en Japón, decidió aprender a cocinar, explorando recetas tanto locales como internacionales. Ahora sabía preparar comida de España, México, Estados Unidos, Francia, Italia, Argentina y Venezuela, entre otros.
Aún asi Evelyn mantenía un propósito firme. Había estado vigilando a Keisuke más de cerca últimamente. Sabía que el tiempo corría y que su muerte estaba cada vez más cerca. La idea de perder a un amigo era insoportable, y Evelyn estaba decidida a usar todo lo que tenía, desde el agua curativa hasta su propia astucia, para protegerlo y cambiar su destino.
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Información del capítulo
Palabras totales: 1,583
Próximo capítulo: 19 de diciembre
Título del próximo capítulo: Capítulo 08: Aparece Takemichi adulto, Tokyo Revengers empieza oficialmente
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