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purpura escarlata

kinto_elkinto
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Synopsis

Chapter 1 - Capitulo 1 el combate en bosque

En un mundo donde diversas razas, monstruos y criaturas mágicas coexistían, el combate cuerpo a cuerpo reinaba supremo. Aquí, las habilidades físicas, el dominio de armas y el uso de energías mágicas eran esenciales para la supervivencia. La lucha era una forma de vida, y cada encuentro podía ser el último.

Era una noche tormentosa, donde la visibilidad apenas alcanzaba los cinco metros. Los vientos azotaban los árboles, y el rugido del trueno resonaba como un grito ensordecedor en el aire. En medio de esta tempestad, una mujer y un hombre corrían con su hijo en brazos, desafiando las fuerzas de la naturaleza. Sus figuras se movían con una agilidad sobrehumana, mientras sombras amenazantes se deslizaban entre los árboles, acechándolos.

La lluvia caía con fuerza, pero al salir del bosque, se encontraron en un llano que terminaba abruptamente en un precipicio. Debajo, un río caudaloso rugía, como si reclamara todo lo que tocaba. Al verse acorralados, la pareja no tuvo más opción que enfrentarse a sus perseguidores. Con un movimiento rápido, colocaron a su hijo en el suelo, asegurándose de que estuviera a salvo.

La mujer era de estatura promedio, con ojos azules que brillaban intensamente incluso en la oscuridad. Su cabello dorado caía en ondas suaves sobre su armadura dorada, que relucía bajo la lluvia. A pesar de la feroz determinación que reflejaba su rostro, su belleza angelical no se desvanecía. En su mano empuñaba un estoque con forma de rosa, preparado para el combate.

El hombre a su lado era más tosco y oscuro, con rasgos delgados pero marcados por la masculinidad. Su altura imponente y su cuerpo definido estaban cubiertos por una armadura negra que absorbía la luz. Sus ojos rojos destellaban como brasas encendidas, y su cabello negro caía desordenadamente sobre su frente. En lugar de armas convencionales, llevaba nudilleras que prometían un poder devastador.

De repente, los encapuchados vestidos de blanco lanzaron bolas de fuego hacia ellos. El hombre, con un gesto rápido, realizó un sello en el aire y tocó el suelo, levantando un muro de tierra que bloqueó el ataque. Mientras tanto, la mujer extendió una mano hacia su hijo y otra hacia su esposo, generando círculos brillantes de color dorado alrededor de sus manos. Pronunció un rezo en voz baja, potenciando las capacidades físicas de su compañero.

Con una velocidad asombrosa, el hombre se lanzó al ataque. En un parpadeo, combinando su fuerza con el poder otorgado por su esposa, derrotó a tres enemigos en un abrir y cerrar de ojos. Se agachó bajo uno de ellos y con un potente golpe al estómago lo hizo explotar por la espalda. A otro lo fulminó con la mirada, forzándolo a clavarse la espada en el abdomen. El tercero fue incinerado desde la cabeza hasta las piernas al tocar su frente con la mano.

Mientras tanto, la mujer utilizaba su poder para proteger a su hijo. Con movimientos fluidos y precisos, se enfrentó a seis atacantes que se abalanzaban sobre ella. Se movió como un destello entre ellos, cortando cabezas con maestría y lanzando bolas de energía mediante círculos mágicos que hacían explotar a los enemigos a su alrededor.

Cuando parecía que habían derrotado a todos sus adversarios, un nuevo peligro apareció: un individuo volando sobre ellos, envuelto en una larga túnica. En sus manos sostenía un libro dorado del que emanaban energías oscuras. Con un simple gesto, lanzó espinas doradas que se dispersaron alrededor de la pareja, causándoles un dolor insufrible.

La mujer gritó mientras intentaba proteger a su hijo del ataque inminente. El hombre se interpuso entre las espinas y su familia, concentrando toda su energía en crear un escudo protector. Pero las fuerzas eran abrumadoras; uno tras otro, los atacantes comenzaron a rodearlos, sometiéndolos con brutalidad.

La lucha se tornó desesperada y caótica; los gritos resonaban entre los truenos. Finalmente, el hombre cayó de rodillas, exhausto y herido. La mujer fue empujada hacia atrás con tal fuerza que perdió el equilibrio y cayó al borde del precipicio. En un último intento por salvarla, extendió la mano hacia ella, pero fue demasiado tarde.

El niño, aterrorizado por el caos y la tormenta, fue arrastrado por la corriente del río cuando su madre cayó junto a él. El hombre gritó su nombre mientras veía cómo ambos eran tragados por las aguas furiosas. La oscuridad lo envolvió todo y el destino de la familia quedó incierto entre las sombras.

El eco del trueno resonó en sus oídos mientras se desplomaba en el suelo empapado. ¿Habían muerto? ¿Sobrevivirían? La respuesta se perdió en el tumulto del combate y el rugido del río.

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