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—Bueno, querido sobrino, no pareces estar de muy buen humor —dijo Huo Tianqi con una risa.
—Tío Tercero —respondió Huo Siyu con una expresión indiferente.
—Eh, no pongas esa cara larga. Recuerdo que cuando eras pequeño, eras bastante adorable —se quejó un poco Huo Tianqi. Con sus rasgos suaves, casi parecía que estuviera arrullando. Añadió:
— ¿Por qué te escapaste a Dubái?
—Por diversión —dijo Huo Siyu, su expresión cada vez más fría.
—¿Qué tiene de divertido ese lugar? —preguntó Huo Tianqi, deteniéndose sorprendido antes de continuar—. ¿Realmente puedes divertirte? ¿Qué pasó?
Desde niño, cualquier forma de entretenimiento le era ajena a Huo Siyu, así que escucharlo mencionar que se había divertido era realmente un espectáculo.
—Nada ocurrió —afirmó Huo Siyu.
Había venido a Dubái para llevar a Shen Li a divertirse, pero luego...
—Huo Tianqi parpadeó y sonrió: