La totalidad de la habitación quedó en silencio, el peso de su furia palpable mientras los miembros del equipo intercambiaban miradas nerviosas, cada uno esperando no ser aquel en su punto de mira. Nadie se atrevía a encontrar la mirada de Ryan, sus ojos clavados hacia abajo mientras todos intentaban evitar la mirada penetrante de Ryan. Finalmente, Kimberly, la Directora de Comunicación y Jefe de RRPP, avanzó vacilante. Se ajustó las gafas, su mano temblaba mientras sujetaba la tableta con el comunicado oficial resplandeciendo en su pantalla.
—S-Sr. Foster, estábamos desesperados. Intenté llamarle para preguntarle sobre ello, pero no contestó ninguna de mis llamadas. Así que... —su voz temblaba y una tenue capa de sudor se formaba en su frente mientras trataba de justificar su intento. Pero antes de que pudiera terminar, la voz helada de Ryan cortó su explicación como un cuchillo.