Aiden estaba a punto de alcanzar la laptop para hacer cambios cuando Arwen se la quitó de las manos.
—Hoy solo vamos a hacer oficial una cosa. No quiero que otra cosa nos robe el protagonismo —dijo ella, abriendo su cuenta en la segunda pantalla de la laptop.
Tras un momento de reflexión, se volvió para mirar a Aiden. —¿Dónde has guardado nuestro certificado de matrimonio? —preguntó.
Y Aiden se levantó para conseguirle lo que quería. La mirada de Arwen lo siguió mientras caminaba hacia un gabinete lateral que tenía una caja fuerte encriptada con contraseña. Ella la había notado allí desde el primer día, pero nunca tuvo la oportunidad de ver qué había dentro, ni preguntó al respecto.
Al verlo abrirlo ahora, se dio cuenta de que también guardaba los librillos del certificado de matrimonio. —¿Los has guardado ahí? —Aunque sonaba como una pregunta, Arwen había murmurado inconscientemente para sí misma.