—Si por igualdad te refieres a decir darme una oportunidad en el amor, entonces estás equivocada de nuevo, Delyth —dijo Ryan, con un tono firme, sin dejar lugar a ambigüedades—. Para mí, siempre has sido y siempre serás la hermana de Zeke. Una vez que tu cirugía esté hecha y te recuperes, te ayudaré a instalarte en Europa.
Su tono llevaba una finalidad que Delyth sabía que no podía desafiar, a menos que lograra demostrar que Arwen era la culpable. Por lo tanto, sonrió, manteniendo una sonrisa agridulce en sus labios.
—No te preocupes, Ryan. No rechazaré tu decisión. Si eso es lo que quieres, me alejaré felizmente de ti e iré a establecerme en Europa. No porque haya dejado de amarte, sino porque he comprendido que mi amor no es suficiente para mantenerte conmigo.
Ryan asintió, sintiendo una ola de alivio cubrirlo. Habría asegurado el envío de Delyth por todos los medios posibles, pero su conformidad hacía la tarea considerablemente más fácil.