De vuelta en la Residencia Winslow, Arwen miraba los comentarios y no pudo contener una risita. Mientras se reía, Aiden la miró, observándola con sospecha.
—¿De qué te ríes? —preguntó, y Arwen simplemente negó con la cabeza.
—No me culpes, ¿vale? Fue tu culpa, o más bien, la culpa de crear tu cuenta tan tarde. Ahora la gente duda si nuestro matrimonio es real o si solo estoy armando un drama para limpiar mi nombre. —Ella desplazó más la pantalla, sonriendo—. Algunas personas piensan que me casé con un hombre mayor solo para evitar la vergüenza. Todos están inventando historias, tratando de adivinar tu identidad.
Arwen no pudo ignorar la intensa mirada de Aiden. Finalmente, levantó la vista de su teléfono, dándole una mirada inocente. —¿Qué? —preguntó—. No soy yo; es lo que la gente dice en línea. ¿Quieres verlo tú mismo?
Aiden cruzó los brazos, inclinándose hacia atrás mientras sus ojos la estudiaban. —¿Es divertido?