Roca caminaba por el corredor hacia la habitación de la Princesa con un ánimo no muy bueno.
Se sentía complicado tras hablar con la Señora Jade, quien había envenenado su mente y le hizo cuestionar sus sentimientos por la Princesa.
Por supuesto, Roca no era tan estúpido como para intentar tocarla. La Princesa Swan era la compañera de su Alfa. Respetaba y veneraba tanto a Gale que simplemente le era imposible tener ideas descabelladas respecto a la compañera de Gale.
Al mismo tiempo, también le molestaba que la Señora Jade siguiera diciéndole que estaba fascinado por la belleza de Swan.
«¿Realmente estoy fascinado? Es hermosa, pero seguro que no soy tan fácil para gustar de alguien solo porque es una belleza, ¿verdad?» Roca se preguntaba a sí mismo, pero no encontraba respuesta a su pregunta. Cuanto más lo pensaba, más confundido se sentía.