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—No te olvidaré. Eso es simplemente imposible —afirmó Roca—. Ah-Rong, yo... Sé que es difícil controlarnos, especialmente después de saber que estamos predestinados. Pero no quiero convertirte en una fugitiva como yo.
—Entonces, al menos dame un plazo. ¿Cuánto tiempo tengo que esperar hasta que me saques de este castillo?
—Dame un mes —respondió Roca impulsivamente—. En realidad, aún no tenía un plan, pero su compañera predestinada seguía presionándolo, por lo que se sintió obligado a darle una respuesta para demostrar que era un compañero responsable. Encontraré una salida de esta situación en un mes. Probablemente te llevaré lejos, pero prometo que estarás bien protegida y bien alimentada.
—Pero... No sé si podré proporcionarte estas... —dijo Roca mientras sus ojos observaban la habitación—. No puedo darte este lujo por ahora, pero prometo darnos una buena guarida hasta que pueda hacer un hogar mejor para nosotros.
