Los murmullos llenaron el salón mientras Cynthia interrumpía sin rodeos al rey, abriéndose paso a través de la multitud para reunirse con su hermano.
—Ella... realmente es algo más. —El rey ni siquiera puede decir nada porque es una princesa. ¿Qué clase de princesa actúa tan descortésmente? —Los rumores dicen que... —El cotilleo continuaba, pero Cynthia, el objeto de sus susurros, no les prestaba atención. Estaba acostumbrada a este tipo de charlas.
—¿Cómo has estado? —preguntó Alistair con una sonrisa amable una vez que la joven pareja lo saludó.
—Estoy bien —respondió Cynthia, mostrando una sonrisa radiante, lo que solo incrementaba la confusión de Lucian.
—¿Realmente está bien? —se preguntaba Lucian.
Se sentía inquieto sobre la respuesta de Cynthia a su hermano. Temía que pudiera estallar otra guerra si ella expresaba alguna queja, aunque no había nada de qué quejarse.