Después de que los casi 30 estudiantes se presentaran Ana se dispuso a explicar algunas cuestiones importantes.
—Muy bien, ahora hablaré acerca de cómo va a ser el curso y otras cosas que deben saber. Pero no diré todo. Se irán enterando conforme avance el curso.
—Lo primero, en estos cuatro años que pasarán aquí darán solamente seis asignaturas. Todas se van a dar cada año. Estas son: Teoría Mágica Básica, Cultura General, Historia de Arpen, Lenguaje Rúnico, Entrenamiento físico y Entrenamiento de combate. Cada una tiene evaluaciones parciales en diciembre, marzo y las finales en junio. ¿Hasta aquí alguna pregunta?
El niño que se llamaba Pedro Pascal levantó la mano.
—Adelante Pedro. —Al parecer ella memorizó los nombres de todos ya.
—Maestra, ¿en que se diferencia el entrenamiento físico del de combate?
—Hmph. Idiota —murmuró el chico a la izquierda de Mirio. Medes. «¿Qué le pasa?» No entendió por qué reaccionó de esa manera por una simple pregunta.
Si la maestra oyó a Medes o no, no lo demostró. Le dijo Pedro:
—Ese tipo de dudas las verán mejor con el profesor correspondiente, que es el profesor Tomas Tuchel. Vendrá por aquí más tarde. Aún así te puedo adelantar que la principal diferencia entre ambos entrenamientos es el enfoque.
—En un entrenamiento de combate, como su nombre indica: combatirás. Aquí el énfasis que tendrán será puramente en formas pelear, y práctica de hechizos ofensivos cuando despierten sus núcleos de maná si no lo han hecho. Las peleas pueden ser entre ustedes, con muñecos de entrenamiento o contra bestias.
—Sin embargo, en un entrenamiento físico. El enfoque está en aumentar sus capacidades físicas como fuerza, resistencia, velocidad o explosividad. Incluso su fortaleza mental o resiliencia. Estas asignaturas tienen sus propios tipos de evaluaciones que ya el profesor Tomas les dirá. ¿Entendiste Pedro?
—Sí. Sí profesora.
—Muy bien. Ya que hablé de dos, bien puedo hablar sobre que tratarán las otras cuatro. Entonces:
—Vamos con Cultura General e Historia de Arpen, las dará el maestro Tom Bell. En la segunda, como su nombre indica conocerán la historia de nuestro reino, desde su fundación, guerras, principales figuras. Aunque no se preocupen, no se aborda demasiado. En cuanto a Cultura General.
—Esta materia sí que es amplia. Por esa razón es la más van a recibir de las clases teóricas. Mmm. Bueno. Aquí aprenderán matemáticas, física y biología básica tanto de bestias como plantas mágicas. También sobre la distribución política y geográfica del mundo en el que vivimos. —Hizo una pausa después de decirles eso, viendo como algunos mostraban caras de espanto—. En fin, es bastante extensa. Pero el profesor Tom es alguien muy capaz. Aprovechen la oportunidad.
—Bueno, solo quedan Lenguaje Rúnico y Teoría Mágica Básica que como les dije antes. Las impartiré yo. En la primera, mmm. Es la materia favorita de muchos estudiantes. Se divide en tres temas fundamentales. Al inicio repasaremos nuestro propio idioma, ya que estoy segura que la mayor parte de ustedes no lo dominan lo suficiente como piensan, al menos respecto a la escritura, esto será así por los primeros tres meses.
—Luego estudiaremos algo que seguro a todos les interesa como ciudadanos de este reino. Verdadero Lenguaje Rúnico y Religión.
—¿Religión? Maestra, ¿vamos a aprender sobre los Dioses? —dijo la chica llamada Jessica.
—Por supuesto. Tengo certeza que han visto una gran cantidad de lugares en la ciudad con carteles como el siguiente. —De su mano una luz amarilla brotó y se formaron las runas:
ᚢᚾ ᛒᚢᛖᚾ ᛚᛖᚲ︍ᛏᛟᚱ ᛞᛖᛊᚲ︍ᚢᛒᚱᛁᚱᚨ ᛖᛊᛏᛟ
—¡¡Oh!! —Algunos alumnos exclamaron.
—Incluso sus uniformes tienen runas así. Esto se llama Lenguaje Rúnico, y fue creado personalmente por la Diosa Elina. —Su voz con toques de reverencia—. Diosa de la misericordia, el altruismo y el progreso. Es uno de los legados de los dioses que perduran hasta el día de hoy.
—En la segundo tema empezaremos a aprender más sobre él. Serán capaces de leer mensajes como el siguiente. —Las runas en el aire cambiaron.
ᛊᛁᚾ ᛞᚢᛞᚨᛊ ᛏᛖᛜ︍ᛟ ᛒᚢᛖᚾᛟᛊ ᛚᛖᚲ︍ᛏᛟᚱᛖᛊ
—Esto es todo por ahora para Lenguaje Rúnico, en cuanto a Teoría Mágica Básica...
—Hablaremos sobre el maná, los niveles de ascensión y mucho más que no les adelantaré. Espero les guste. «Realmente lo hago. Todos lo años mi tasa de desaprobados es mayor que Cultura General».
••
La siguiente hora pasó rápidamente. Ana no quiso agobiar a los niños con clases el primer día. Sabía lo que pronto les esperaba «No entiendo. ¿Por qué él cambió de repente de aula?» Por eso. Trató de ser lo más gentil posible dedicándose a hablar sobre la escuela en general y algunas cosas sobre ella misma.
Como que era una maga de doble afinidad, luz y relámpago. Su nivel de ascensión era Gran Maestro. Esto provocó que los niños nobles en el aula abrieran bastante los ojos. Un Gran Maestro doblemente Afín era suficiente para obtener una buena posición en cualquier casa noble. Estaban solo debajo de los Trascendentes en jerarquía de poder. Aunque en este reino, ser profesor es una excelente profesión. Pues se valora mucho la educación.
Por si eso fuera poco. Lo verdaderamente impactante era su nivel como maestra de sellos mágicos. Venerable.
Este es el penúltimo nivel. Apenas hay 17 de ellos en el Reino Arpen. Y recordar que este es el reino con mayor número de maestros de sellos. Por suerte para la clase, excepto cuatro niños, el resto ignoraba las implicaciones de semejante noticia. Significa que tenían a uno de los mejores profesores posibles.
Estos niños eran Aurora, Lucas, Medes y Melisa. Quienes por sus familias conocían más sobre el asunto. De ellos, Lucas se regocijó mucho en su mente por la revelación. «¡Bien! Mis objetivos irán mucho mejor así». Pensó.
Tok!! Tok!!
En ese momento. Sonó fuertemente la puerta del aula. Ana la miró y suspiró por dentro.
«Así que finalmente llegó. Buena suerte niños. La van a necesitar».
—Adelante.
Click!
Entró al aula un hombre de unos 40 años y una pesada atmósfera cayó. Al instante hubo silencio.
«¡Rayos!» Mirio se miró las manos. Estas se movían levemente contra su voluntad. Sentía miedo.
Cuerpo fuerte, cabello gris y ojos oscuros. Vestía una armadura de cuero y su mirada daba terror. Ese aspecto feroz que traía hacía que los niños temblaran y se negaran a abrir la boca. Algunos contuvieron inconscientemente la respiración.
Y no era que los estudiantes se asustaran por el aspecto físico. No. Es que el hombre estaba emitiendo sed de sangre. El único que no mostró ninguna reacción fue Lucas. Incluso Aurora tuvo que apretar los puños. Para Lucas, este nivel todavía era manejable. Había vivido demasiadas situaciones de vida o muerte para asustarse por una intención que ni siquiera estaba dirigida a él.
«Es fuerte». Apreció el rubio. «Sin embargo, no se compara con Alfred».
«No sé si está bien comparar a un profesor de una escuela primaria con el Jefe de Mayordomos de un ducado en Voktar». Comentó Emberlyn.
«Tienes razón».
En el Reino Voktar, a pesar de su apariencia de "orden", imperaba la ley del más fuerte. Los Jefes de Mayordomos en una casa noble nunca eran elegidos por sus habilidades de dirección sino por su fuerza. A veces llegaban a superar a los propios nobles contratantes. Alfred era un caso así. Su nivel de ascensión era Trascendente y dominaba tres elementos: fuego, aire y tierra. Esto en la mayoría de los casos sería contraproducente mas no en él.
El recién llegado, profesor Tomas Tuchel miró a Lucas por unos segundos. «Así que es él. Je, nada mal para el nieto de ese viejo insidioso. Esto será interesante. Parece que Celia no me mintió».
Hace dos días, su amiga Celia se le acercó para que le diera clases a su sobrino. Ella era consciente de los brutales métodos de Tomas. Pero era el mejor. Más para lo que Lucas quería. Ella no era boba. Los objetivos de su sobrino eran evidentes a sus ojos. Y no estaba en contra, también quería saber qué pasó con su hermana.
Entonces, aunque le doliera, fue a hablar con Tomas. Él no tuvo nada en contra, sin contar el papeleo repentino que tendría que hacer por cambiar de aula asignada. Así que aceptó.
Al hombre le sorprendió ver que en la misma aula estaba la princesa, la familia real ni siquiera lo contactó. Eso significaba que no les interesaba demasiado la chica. Bueno, no era su problema.
Miró a Ana y le dijo:
—Me llevo a los mocosos para darles la bienvenida.
—...
Ana simplemente se negó a comentar. Su manera de dar la "bienvenida" era bien conocida en la escuela.
—¿Qué?
—Uf... nada. —Se volteó hacia los alumnos—. Niños, este es el profesor Tomas Tuchel. Como les dije anteriormente les impartirá las clases de Entrenamiento físico y Entrenamiento de combate. Ahora los llevará a los campos de entrenamiento de la escuela.
Tomas miró a la clase.
—Síganme mocosos. —Y salió del aula.
Pronto los niños los siguieron y llegaron con él a su destino.
••
El lugar era enorme. Mirio no imaginaba que pudiera ser así de extenso. El suelo de todo el sitio cubierto de mármol encantado. Estaba dividido en varias áreas. En una había muchos muñecos de madera parados sobre sus dos piernas, empuñando todo tipo de armas. En otra había varias habitaciones adyacentes y afuera ponían:
ᛊᚨᛚᚨᛊ ᛞᛖ ᚷᚱᚨᚠ︍ᛖᛞᚨᛞ
En una zona de unos 100m² se observaba una gran variedad de aparatos y objetos para el entrenamiento físico, ese lugar estaba rodeado por una especie de pista. Evidentemente para correr.
«¡Increíble!»
Pero esto no era todavía todo el campo de entrenamiento. Cerca de la entrada se encontraba lo que parecía un gran almacén. Como Mirio no veía armas de ningún tipo, supuso que se guardaban allí. Luego de quedarse impresionado por todos estos recursos notó algo.
El maná se sentía más denso, más puro. «¡Wow! Podré entrenar mucho mejor». Si pasaba tiempo aquí mientras entrena sería ideal para ascender al siguiente nivel. No le faltaba mucho, su maestro le dijo que cinco meses como máximo.
—Atiendan —dijo el profesor con su voz escalofriante—. Esta área está destinada a ser donde pasen la mayor parte de su tiempo por los próximos cuatro años. Deben haber sido informados, los días entre semana permanecerán en las becas escolares.
—Su horario, a menos que haya eventos especiales, es de 7:00 a 8:00 entrenamiento matutino. De 8:30 a 12:00 clases teóricas. Y de 1:00 a 5:00 entrenamiento vespertino. Aunque seguro Ana les explicó esto. Me da igual. Quien llegue tarde a mis clases recibirá un castigo que puede llegar a la expulsión. ¿¡Entendido!? —Subió el tono al final de su discurso.
—¡¡Sí profesor!!
—Mm bien. Asimismo... desaprobar mis pruebas, faltar a clases, venir sin algo que pedí, no mostrar progreso o caerme mal los va a expulsar igual. ¿¡Entendido!?
—¡¡Sí profesor!!
Si antes algunos niños habían dejado de temblar porque Tomas ya no emitía sed de sangre. Ahora volvieron a hacerlo por una razón peor.
Él los miró unos segundos más. Sin comprender el pavor que le daba a los niños. O a lo mejor lo comprendía, mas no le importaba. Finalizó:
—Bien, cada uno de ustedes tendrá un compañero de combate al azar cada mes e irán rotando. Si veo a alguien que nunca gana ya saben que pasará, ¿verdad?
En esta ocasión Medes levantó la mano.
—Habla.
—Profesor, ¿es necesario emparejarnos al azar? Después de todo, hay muchos plebeyos aquí. Los nobles no ganaremos nada peleando contra ellos.
—...!!
—¿Qué dijo ese bastardo?
—¿Cómo se atreve?
—¿De dónde es?
Hubo diversas reacciones por parte de los estudiantes. Por supuesto, predominaba la furia.
—¿Oh? ¿Sí? ¿Qué sugieres entonces?
El arrogante noble se alegró que el profesor lo escuchara. Continuó:
—Que los nobles entrenemos entre nosotros y los plebeyos entre ellos. Si no los resultados de esas peleas serán siempre evidentes.
—¡Oye! —El chico llamado Pedro estuvo a punto de saltar hacia Medes pero un amigo lo aguantó.
—¿Qué? No he dicho nada falso. ¡Hmph!
A pesar de su cara seria Tomas quería reír, era normal que aparecieran nobles así. Iba a ponerlos a todos a sudar ahora, y este niño habló. Lo que mencionó era verdad, la mayoría de las veces. Lamentablemente, estaba muy equivocado si pensaba que eso era una verdad absoluta.
—Oye. ¡Tú! —Señaló a Tim.
—..!! ¿S-ssi? ¿Pro-profesor? —Casi muere el pobre. Aún escondido por muchos estudiantes lo señalaron.
—Ve a ese almacén. Se abrirá cuando detecte tu uniforme. Cuando entres, a la izquierda hay apilados varios tubos de metal. Trae dos. ¡Ahora!
—¡S-ssii! —Corrió como si su vida dependiera de ello.
Al volver sostenía un tubo negro en cada mano.
—Tú y tú. Acérquense. —Esta vez aparte de Medes señaló a Mirio, que se encontraba más cerca.
«¿Qué?»
—Cojan un tubo de esos cada uno.
Hicieron lo que les dijo.
—Niño, ya que tienes la osadía de hablar así tendrás que demostrar la validez de esas palabras tú mismo. En cuanto a ti moreno. Si lo derrotas te daré una recompensa—. Sonrió al decir esto. «Veamos si sucede algo interesante».
Y así, en menos de dos horas. Mirio tendría su primera batalla en su nueva escuela. Con un noble de las cinco familias principales, nada menos.