Esta vez, Ann sí se rió. Había echado mucho de menos el humor ácido y el ingenio de Lexi.
—Escucha, tigre, ¿qué pasa entre tú y Brad, eh? —preguntó ella, dejando su taza sobre la mesa y mirando fijamente a los ojos de Anne.
Anne suspiró y miró por la ventana.
—¿Entonces las noticias vuelan, huh?
—Me sorprende que no lo hayas visto si soy sincera —respondió Lexi mientras se inclinaba hacia un lado y comenzaba a rebuscar en su bolso.
—¿Visto qué? —Anne frunció el ceño.
Lexi desplazó su dedo por el teléfono hasta encontrar lo que buscaba y se lo entregó a Ann.
—¿Qué cojones hace ese idiota casándose con tu hombre? —siseó enojada.
Ann miró hacia abajo al boletín de noticias que había aparecido en la pantalla en las noticias de entretenimiento.