Punto de Vista de Alexander
Iba a volverme loco.
En serio esta vez. Iba a perder los papeles y mis padres tendrían que encerrarme en algún sitio. Sería conocido como el Alfa Loco. O Alfa Insano. O Alfa Totalmente Loco. O Estúpidamente Loco...
—¿Puedes parar ya? —murmuró Mason con un dejo de molestia en su voz—. Me duele la cabeza de verte dar vueltas en círculos.
Entrecerré los ojos y apreté los puños.
—Entonces no mires —le dije con enojo.
—Va a estar bien, cariño —dijo mi madre, haciendo que la mirara—. Tengo un buen presentimiento sobre esto.
Stella dijo lo mismo.
¿Entonces por qué no lo creía? ¿Por qué tenía el presentimiento de que esa era la última vez que la veía? ¿Por qué sentía que iba a perder a mi gemela para siempre?
—¡Cállate! —Axel me gritó—. ¡Eso es solo tu miedo hablando! ¡No la perderemos!
Tragué saliva e intenté respirar profundamente.
—Lo hizo —murmuró el Alfa Nathan, haciendo que todos lo miráramos.
Tomó una respiración profunda y sonrió un poco.