—¿Quiere decir que necesito saldar esta cantidad antes de poder irme?
—¿Está loco?
—Espera... ¿me estás diciendo que perdí 28 millones de dólares hoy? —pregunté sin intentar ocultar mi total asombro.
—Sí, Mi Señora. Tengo el desglose aquí si le gustaría revisarlo —dijo Sean con confianza antes de sonreírme de nuevo.
—¿Qué está pasando? —giré para exigir una respuesta de Bradon.
Bradon tenía una expresión muy pasiva en su rostro como si esto se supusiera que era esperado y normal. Lo miré tan fijamente que pensé que mis ojos saltarían de sus órbitas.
—¿Qué esperabas? ¿Cómo vas a jugar si no tienes dinero? —Bradon preguntó como si fuera obvio.
—¡Aun así! ¿De dónde sale esta ridícula cantidad de 28 millones de dólares? —exigí saber.
—¿Qué color de fichas usó para apostar, Mi Señora, si puedo preguntar? —preguntó el gerente con una sonrisa amable.