—¿¡Qué?! —grité mientras me incorporaba de golpe en la cama.
Mis ojos se abrieron de repente antes de que comenzara a mirar alrededor. La habitación estaba oscura, pero eso no era lo que realmente importaba en ese momento. Los recuerdos de la cena que tuve con Bradon anoche, el trato que hicimos y la forma apasionada en que devoró mi cuerpo volvieron todos de golpe.
¿Por qué pensé que todo había sido solo un sueño?
La respuesta a la pregunta era realmente bastante obvia. Dado que todo parecía tan irreal e inimaginable incluso en mis sueños más salvajes, mi cerebro debió de alguna manera haberlo descartado como nada más que eso mientras dormía.
—Bradon... —murmuré mientras intentaba ordenar mis pensamientos desorientados.