Bradon clavaba su polla hacia arriba dentro de mí hasta que su cabeza hinchada y gruesa golpeaba contra mi útero. Sus movimientos bruscos se volvieron salvajes mientras sus grandes manos mantenían mi cuerpo en el lugar donde él quería que mi apertura de amor estuviera para recibir su polla. Sonidos húmedos y lascivos de su polla empujándose en mi humedad resonaban entre mis piernas mientras sentía cómo mis jugos brotaban de mi orificio del amor.
—¿Te gusta cuando te la meto profundo aquí, verdad? —preguntó aunque yo podía decir que ya conocía muy bien la respuesta.
—Ahh... —gemí en voz alta antes de poder detenerme.
Bradon presionó su mano contra mi abdomen inferior y de repente pude sentir la dureza de su polla frotándose contra mi punto de placer mucho más claramente que antes. Su polla se rozaba contra mi útero mientras presionaba más fuerte sobre mi abdomen inferior.