```
—Deja de jugar a estos juegos —me advirtió mientras su mano se apretaba nuevamente en mis brazos superiores.
Era como si pensara que, si me sujetaba más fuerte y sacudía mi cuerpo, sus palabras se hundirían directamente en mi cabeza y se formaría un entendimiento entre nosotros. Lamentablemente, las cosas no eran tan simples.
—¿Por qué? ¿Ahora te arrepientes de haberme salvado ahora que conoces la verdad? —exigí saber mientras lo miraba desafiante.
—Dahlia... —siseó mi nombre.
—Crees que soy una persona horrible, ¿verdad? Herí a Daphne e incluso te utilicé. Sabía que vendrías a salvarme, quisieras o no. No puedes permitir que me lastimen... —dije mientras me preguntaba cuánto de esas palabras eran ciertas.
—No vuelvas a hacer algo así —advirtió, y pude decir que lo decía en serio.
—¿No te impacta... que realmente la empujé por las escaleras? —pregunté antes de poder evitar que esa tonta pregunta se escapara de mis labios.