—Como si no fuera suficiente con un anillo, hablaba de comprarme uno cada mes —mi boca se abrió de par en par cuando me di cuenta de que lo decía como si fuéramos a estar juntos durante muchos meses más. No sabía qué pensar o sentir al respecto, pero antes de que pudiera expresar mis preocupaciones, Bradon levantó mi mano izquierda y la llevó a sus labios y besó el dorso.
—De pronto, olvidé de qué me iba a quejar. También perdí la noción de todos mis pensamientos mientras miraba con los ojos muy abiertos al atractivo hombre rubio con ojos azules chispeantes y juguetones que acababa de besar el dorso de mi mano con sus labios tiernos y cálidos. Parecía un príncipe, y deseaba que su apariencia no viniera acompañada de una personalidad tan podrida y una actitud amenazante.
—¿Por qué no publicas una foto de este anillo en las redes sociales para que todo el mundo lo vea? —sugirió antes de sonreírme con encanto.
—Oh...