Se inclinó sobre mí mientras mi cuerpo entero se tensaba en pánico. Bradon me lanzó una mirada fría antes de alcanzar el cinturón de seguridad y abrocharlo. Inmediatamente intenté desabrochar el cinturón otra vez y fue entonces cuando el coche arrancó repentinamente hacia adelante. Mi boca se abrió de par en par cuando me di cuenta de que acababa de pasar un semáforo en rojo.
—¿Acaba de... pasar un semáforo en rojo?
—Acabo de pasar un semáforo en rojo para mantenerte en tu asiento. No tienes que parecer tan sorprendida; no he matado a nadie... todavía... —dijo sin mirarme.