—Justo alrededor de 76 veces... —dije antes de mostrarle la pantalla de mi móvil.
—Eso es... —murmuró antes de juntar los labios en una línea delgada.
—¿Por qué me está ignorando? ¿Qué hice mal esta vez? —Seguí quejándome, sonando muy molesta.
—Estoy segura de que no te está ignorando a propósito —dijo Jenna en su desesperado intento de defender a Bradon.
—Entonces... ¿me está ignorando sin querer? —pregunté antes de poner una cara triste exagerada.
—¿Por qué no le llamas otra vez? No pierdes nada con intentarlo... —sugirió ella con entusiasmo.
Sabía que darle otra llamada a Bradon no cambiaría el resultado. Sin embargo, no hacía daño ilustrar mi punto a Jenna. Tal vez ella podría reprenderlo de alguna manera, ya que parecía ser la figura materna actuante en esta casa.
—Si tú lo dices... —dije mientras empezaba a llamar a Bradon.