—El día siguiente en mi pasantía se me hizo eterno, esperando a que el reloj marcara las 5:00 —mientras ordenaba incontables archivos, todo en lo que podía pensar era en la historia que el chantajista amenazaba con filtrar. Era una mentira sobre cómo Todd y yo habíamos robado las respuestas de múltiples exámenes cuando estábamos en NYU.
—El chantajista afirmaba que Todd se había acercado a él con la historia explicando que yo lo había obligado a irrumpir en las oficinas de los profesores para robar las respuestas de los exámenes y asegurarme de pasar todas mis clases. Lo hizo porque estábamos saliendo y yo amenacé con dejarlo si no me ayudaba.
—Una historia así no solo arruinaría mi reputación, sino que me expulsarían de la escuela. Todo el día sentí que estaba mirando por encima del hombro, esperando a que alguien me dijera que hiciera las maletas.