—Creo que la nieve es inútil después de la Navidad —dijo Lin enlazando su brazo con el mío.
—No creo que tú decidas cuándo tiene que dejar de nevar —me reí mientras atravesábamos la suave nevada después de nuestra primera clase del semestre.
—Bueno, yo creo que debería. ¿Sabes qué más pienso? —preguntó Lin.
—Oh no, ¿me atrevo a preguntar? —dije de manera burlona.
—Creo que deberíamos ir a esa pequeña cafetería para refugiarnos de la tormenta. Solo tenemos una hora y media antes de que empiece la próxima clase, y no quiero caminar todo el camino de regreso a nuestro apartamento —dijo Lin.
—Estoy de acuerdo contigo en eso —dije, y de inmediato cambiamos de dirección dirigiéndonos a uno de mis lugares favoritos en el campus.