—Shelby apretó mi mano con fuerza cuando las ruedas tocaron el asfalto. Podía notar que volar la ponía nerviosa, así que alcé la mano y la puse sobre su muslo. Ella me miró con una sonrisa débil que yo correspondí.
—Te va a encantar este resort. Me hospedé aquí por negocios, y desde que empezamos a salir, he estado pensando en cuánto disfrutarías aquí —dije, esperando distraerla del aterrizaje del avión.
—Estoy deseando verlo. ¿Podemos explorar un poco la isla mañana? Siempre he querido visitar Hawái. La vida silvestre aquí es tan diversa. Realmente espero que tengamos la oportunidad de ver algo en la naturaleza —dijo ella.
No estaba seguro de si ella se había dado cuenta de que el jet había aterrizado completamente y estaba entrando al hangar.
—Podemos hacer lo que te apetezca mañana. Conozco a un tipo que financia un santuario de aves aquí; quizás podríamos pasarnos si estás interesada.
—Eso suena increíble —dijo Shelby con una sonrisa radiante.