*Michael*
El sol se ocultaba, proyectando un cálido resplandor sobre los extensos terrenos del complejo mientras me recostaba en mi silla, el cuero gastado crujía bajo mi peso. Shelby hojeaba un folleto brillante, el ceño fruncido concentrada. El aire entre nosotros estaba cargado de un millón de emociones y pensamientos diferentes.
Habíamos estado discutiendo cómo atraer más huéspedes, y Shelby había estado reflexionando por al menos treinta minutos. Algo brillante estaba a punto de salir de su boca.
—Vale, escúchame —empezó, golpeando con una uña perfectamente arreglada la página—. Bodas de destino. Estamos hablando del paquete completo: ceremonias, recepciones, despedidas de soltero y soltera. Ellos pagan un precio todo incluido, y nosotros tenemos al personal aquí para manejar todo lo demás.
Me erguí, el interés despertado. La adrenalina de una nueva empresa ya corría por mis venas.