—Elliot tocó su ardiente rostro. No había ni el más mínimo rastro de ira en su cara. ¡Valió la pena intercambiar besos con una boca!
—Rodney conducía el auto sin rumbo fijo. Su mente siempre estaba llena de la escena de Ámbar y Elliot besándose en el auto. Había un fuego ardiendo en su pecho. ¡No podía seguir así! Tenía que detener a Ámbar y a Elliot para que no estuvieran juntos.
—Elliot era famoso por ser un playboy, y ser lujurioso era su única debilidad. Tras pensar un rato, Rodney finalmente tuvo una idea. Llamó a Deon y dijo:
—Pide a Lily que vuele a Ciudad del Sur para grabar un anuncio inmediatamente.
—Ámbar lo abofeteó con tanta fuerza que la marca roja en el rostro de Elliot no había desaparecido completamente después de una noche. Cuando vio entrar a Ámbar, deliberadamente le mostró su cara a Ámbar. Ámbar bajó la cabeza y miró hacia abajo.