El coche se detuvo en la entrada principal del Ayuntamiento. Elliot salió del coche y la llevó consigo al interior del edificio del Ayuntamiento.
Los dos fueron a la sala de conferencias. Cuando abrieron la puerta, vieron inmediatamente a Rodney. Él estaba con su asistente especial, Deon. Vistiendo un traje, se veía imponente. En la sala, había presidentes de otras compañías que también habían venido para la licitación, cada uno acompañado de sus asistentes. Luego, Elliot se sentó. Al ver que los otros asistentes estaban de pie, Ámbar también se quedó de pie detrás de Elliot. Inesperadamente, Elliot la atrajo hacia su lado y la hizo sentarse junto a él.
Al ver que Elliot arrastraba a Ámbar para que se sentara, los ojos de Rodney se oscurecieron de ira. Elliot percibió el desagrado de Rodney y, bajando la voz, dijo:
—¿Parece que este Sr. Barrón me tiene hostilidad?
