—¿Qué pasa? —Ye Lingfeng salió de la habitación y preguntó.
Chen Tuo se acercó, bajó la voz y le dijo algo al oído. Los ojos de Ye Lingfeng se estrecharon instantáneamente, y sin decir una palabra, cerró la puerta y dijo —Vamos.
Wen Jing los siguió, con una expresión sombría.
Los tres se apresuraron a salir, parecía que tenían prisa.
Incluso cuando pasaron junto a Zhouzhou, solo asintieron ligeramente y la saludaron.
Zhouzhou apoyó su barbilla en el hombro de Qin Lie y miró el aura de sangre y la luz de mérito en sus cuerpos. Ella entendió y dijo —El Tío Lengua Afilada va a luchar contra los malos otra vez.
Pero esta vez, no era una situación de vida o muerte. Aunque era peligroso, no se lastimarían.
Así que no necesitaba preocuparse por nada.
Al escuchar sus palabras, Qin Lie entendió que Ye Lingfeng se había embarcado en otra misión.
Lo que Ye Lingfeng estaba haciendo ahora era muy peligroso.
