Al oír las palabras de Nanli, el espectro hambriento se enfureció aún más.
Habiendo vivido durante cien años, había causado la muerte de innumerables personas, incluso los llamados maestros taoístas no pudieron lidiar con él.
Nunca esperó que hoy, una niña se atreviera a hablarle arrogantemente. Bueno, entonces... ¡ella presenciará su poder!
Manipulando su propio resentimiento, las personas que anteriormente se estaban deleitando con la comida se convirtieron en marionetas en hilos, volando hacia Nanli una tras otra.
Con los ojos muy abiertos y llenos de miedo, el Maestro Li retrocedió.
Si se vieran abrumados, seguramente serían devorados hasta la muerte.
Poco sabía que Nanli avanzó, levantó la muñeca y balanceó ligeramente su espada Xuanyue, dispersando el resentimiento de varios individuos.
