—De la noche a la mañana, tanto había tardado la no tan pacífica vida de Leonica en dar un giro inesperado, para empeorar.
—Ahora, esto no era una conversación sobre las acciones de Gabriel esa noche, no, el beso no tenía nada que ver pero al mismo tiempo tenía todo que ver con lo que Leonica estaba enfrentando y ella había jurado que tendría que ajustar cuentas con Gabriel por sus constantes acciones dirigidas únicamente a molestarla, una vez que haya resuelto con éxito el asunto presente.
—¿Y cuál era el dichoso asunto que le había causado tantos problemas en tan solo unas horas? Simple; fotos filtradas de ella y Gabriel besándose, o mejor dicho de Gabriel besándola a ella. Pero nadie lo sabía, al menos aquellos a quienes no había explicado la situación. Gente como esos descerebrados forasteros, que aunque tenían derecho a su opinión, no podían usar su sentido común y escribir cosas razonables en las secciones de comentarios de los artículos.