Irene Rosewood, ¿eh?
Sentada frente a su portátil, con los dedos apenas sobre el teclado, Leonica miraba la foto de su supuesta media hermana.
Habían pasado más de dos horas desde que salió de su casa familiar y en esas dos horas, había hecho numerosas investigaciones sobre Irene, aprendiendo todo lo que había que saber sobre la chica.
«Explica un par de cosas», pensó, analizando las similitudes demasiado evidentes en sus rostros.
No era que Irene se hubiera hecho un lifting facial, simplemente se parecía a su padre, a quien Leonica también se parecía.
Sin embargo, eso no era lo que la molestaba, lo que sí lo hacía era el hecho de que Irene, quien había permanecido callada todos estos años, de repente decidiera mostrarse.
¿Fue simplemente una coincidencia? —Leonica no lo creía así.