La mirada de un amor no correspondido, Owen lo sabía muy bien porque durante su segundo año de escuela secundaria, lo había experimentado.
Era invierno ese año y el tercer año consecutivo de su amor no correspondido hacia Leonica cuando ella trajo a casa a un chico de piel bronceada, afirmando que era su novio.
Cassandra, Benjamin e incluso su propia madre se habían alegrado. Trataban al chico como si definitivamente fuera a ser parte de su familia, pero él era diferente.
Esa fue la primera vez que Owen había sido hostil hacia alguien. Se negó a estar en la misma habitación que el exnovio de Leonica, hablar con él, e incluso mirar en su dirección. Así de celoso lo había hecho sentir su amor no correspondido en ese momento.
Y luego, con la creencia de un joven de dieciséis años, pensó que tener una novia propia borraría sus sentimientos por Leonica.