Owen caminaba por los pasillos llenos de gente de su actual set de filmación, habiendo acabado de grabar una escena de su película que se estrenaría en algún momento de diciembre. Al pasar junto al equipo y los extras, los saludaba con un gesto o una ola, sin dejar de notar cómo los extras y algunos del personal lo miraban con admiración.
Le hizo gracia, dándose cuenta de cuán lejos había llegado desde el pequeño papel de un chico de escuela secundaria que simplemente pasaba de fondo.
—Owen,
El sonido de su nombre lo sacó de sus pensamientos y se volteó, formándose automáticamente una sonrisa en sus labios al ver la fuente.
—Alistair, ¿qué pasa?
Su mánager lo llamó con un gesto ante su pregunta, bajando la voz a un susurro cuando Owen se acercó. —Tienes una llamada.
—¿Una llamada? —Owen entrecerró los ojos. —¿Por qué había necesidad de susurrar por una llamada?
—¿De quién? —preguntó.