Cuando llegaron las 6 pm del día siguiente, Leonica ya estaba vestida y lista, toda arreglada con la ayuda de Anastasia y Ashley. Así que no le importó cuando Owen llegó cinco minutos antes.
Al salir de su casa, vestida con un vestido amarillo sol de hombros descubiertos, el cabello cayendo en hermosas ondas por su espalda y hombros, y un simple reloj de plata y un collar del mismo color que su vestido, Owen se quedó sin palabras ante su belleza.
—¿Eso es un nuevo look o solo estás intentando impresionarme? —preguntó Owen, con una sonrisa en los labios mientras se acercaba a ella.
Leonica rió, rodando los ojos. —No te hagas el creído Owen, te prometí una oportunidad de cautivarme, no un pase libre para quedarte con el corazón.
Extendiendo su mano para que ella la tomara, él dijo con tono suave:
—¿Quién dijo que quería un pase libre? Lo ganaré, no importa cuánto tiempo tome.