Sola, sentada en el borde de su cama, Leonica miraba fijamente sus pies, observando cómo se balanceaban hacia adelante y hacia atrás, escuchando el sonido de sus talones golpeando el marco de la cama, pero su mente no estaba prestando atención a nada de eso.
Su mente reproducía su conversación con Gabriel y cada vez que lo hacía en su cabeza, recordando las cosas que le había dicho, palabra por palabra, se mordía el labio inferior, dándose cuenta de que, aunque esas palabras habían salido de su boca en el calor del momento, eran jodidamente ciertas.
No tenía la intención de volver con su exmarido.
No tenía intención de entretener ninguna idea de tener una relación con Gabriel.
En primer lugar, la principal razón por la que lo había considerado, era por el bien de Ashley, pero incluso ahora, mirando las cosas, no estaba segura de si eso era lo mejor para Ashley.