—Señor Bryce —llamó Will a Gabriel mientras permanecía inmóvil incluso después de que Leonica y Ashley se habían marchado.
La sonrisa que alguna vez jugueteó en sus labios cuando hablaba con Leonica había desaparecido por completo, dejándolo con un semblante que gritaba concentración mientras intentaba filtrar sus pensamientos, profundizar más allá del dulce aroma de Leonica que parecía llenar su cabeza y la diminuta y adorable voz de Ashley, todo en un esfuerzo por precisar el rostro que había destellado en su mente en el momento en que el dolor lo golpeó.
Aunque había visto la fotografía, la chica en ella le parecía familiar pero distante y obtenía esa sensación que siempre lo invadía cuando se encontraba en la cima más alta de la Torre Eiffel, sentado y sosteniendo una videollamada con Lila donde ella hacía alarde de los alimentos que había preparado mientras él estaba en París.