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—Cuando finalmente dejó de besarme, yo jadeaba y estaba sin aliento. Todo mi cuerpo, especialmente mi cara, se sentía caliente, estaba segura de que estaba sonrojándome como loca. Era tan vergonzoso; solo quería huir y esconderme dentro de un pequeño hoyo en el suelo... para siempre...
—Hablemos del asunto de la política de "no citas en la oficina", el gran jefe acaba de besarme a plena luz del día.
—Un fuerte golpe resonó, cortando el silencio a nuestro alrededor. Un ligero ardor en mi palma me hizo darme cuenta de que acababa de abofetear la cara del CEO. El tiempo se congeló. No estaba segura de quién estaba más conmocionado por lo que acababa de pasar. Parpadeé rápidamente en shock cuando me di cuenta de lo que había hecho.
—¿Qué hago ahora? ¿Me disculpo o simplemente huyo de aquí? —Quiero decir, realmente no soy la que está en falta aquí —Me quedé allí debatiendo mis opciones cuando Ace habló.
